Sobre el Apostolado de los Laicos

Meditando sobre el significado del Concilio Vaticano II para nosotros los laicos me ha puesto a pensar sobre nuestro llamado como laicos al apostolado. Como buen Aristoteliano que aspiro un día ser, quisiera definir primero algunos términos. Hablando del apostolado, lo definen los padres del concilio como cualquier actividad para la propagación del Reino de Cristo en toda la tierra, para la gloria de Dios Padre, y para que los hombres sean participes en la redención salvadora (Apostolicam Actuositatem o Decreto Sobre el Apostolado de los Laicos, #2). Sobre los laicos, como escribió el gran teólogo Karl Rahner en “Sobre el Apostolado Seglar,” los laicos no somos solamente definidos de forma negativa como los que no somos clérigos o religiosos. Esta manera usual de determinar al laicado conlleva un aspecto un tanto peyorativo, como si fuéramos cristianos incompletos de alguna forma. Rahner re-evalúa esta definición de una manera positiva mencionando que los seglares (sinónimo de laicos) son los cristianos que permanecen en el mundo, y tiene una tarea especifica para el mundo, que es el de llevar la misión de la iglesia a donde no hay iglesia. Aun más impresionante es su valoración del seglar bajo el aspecto de la iglesia:
“El seglar es el llamado por la gracia de Dios en Jesucristo a la vida eterna, el justificado, y el santificado, el hijo de Dios por la gracia. Es co-portador de la misma gracia que en Jesucristo fue asignada y comunicada a la humanidad redimida, a la santa Iglesia.”
Uno de los frutos del Concilio Vaticano II, que pienso yo estamos aun por vivir en su plena expresión, es la re-valorización de la misión de los laicos que proviene de nuestra dignidad bautismal. El concilio desenterró la noción del llamado universal a la santidad que había sido ofuscada por la necesidad de sostener al sacramento del orden (y a los clérigos) en alto contra la embestida protestante y su sobre-énfasis en el sacerdocio común de los fieles (noción también rescatada por el concilio).
Ha habido grandes avances en el campo del apostolado laico en los últimos años, con el surgimiento de gran número de grupos laicos, comunidades eclesiales, asociaciones de fieles, movimientos, etc. Por mi parte, yo siempre busco despertar este ideal en cada ocasión que tengo de dar charlas o clases. Siempre busco recordarles a las personas que compartimos la triple misión de Jesucristo como sacerdote, profeta y rey, y que es nuestro derecho y nuestra obligación el realizar nuestro llamado bautismal a llevar el mensaje, la buena nueva de la salvación, a toda persona que nos rodea. Y tu, ¿que estas haciendo para vivir tu apostolado laico?

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