Si no Comen de Mi Carne y Beben de mi Sangre…20o Domingo Tiempo Ordinario


En las lecturas de este domingo Jesus nos invita a comer de su carne y beber de su sangre para tener la vida eternal-algo que no se puede entender con la sabiduría de este mundo, sino con la sabiduría de Dios.

En la primera lectura del libro de los Proverbios vemos una imagen de la fiesta que la sabiduría prepara en su casa de siete columnas. Este numero evoca la entereza de esta casa construida por la sabiduría. Para entender mejor este mensaje, hay que compararlo con los versículos 13-18, donde se presenta a manera de comparación la fiesta de la necedad.

Se puede interpretar simbólicamente, con la casa representando la Iglesia, con las siete columna los dones del espíritu, o los siete sacramentos. La sabiduría mandando a sus criadas podría interpretarse como el Espíritu Santo mandando a sus obispos y a sus presbíteros a proclamar el evangelio.

Hermanos y hermanas, nosotros somos los simples, e inexpertos que somos invitados a esta fiesta de la sabiduría en la Iglesia. En la Iglesia nos nutrimos con la enseñanza de sus maestros, pero por sobre todo, nos alimentamos con el divino pan de la Eucaristía. Cuantos de nosotros vivimos de una vida empobrecida, debido a que buscamos la verdad, menos en la Iglesia, que es el medio indicado por Cristo para llegar hacia el.

En la segunda lectura vemos un tema conectado a la primera lectura, con la Carta a los Efesios exhortándonos a vivir, no en necedad, sino en la sabiduría que viene del don del Espíritu, recibido por nuestro Bautismo. Esta lectura contiene una exhortación muy practica: aprovechen del tiempo, no embriagándose, sino en oración, alabanza y contemplación de Dios, dando siempre gracias por todo. No podemos darnos al ocio, tenemos poco tiempo, y aparte estamos envueltos en una lucha contra un enemigo que no descansa…

En el Evangelio de este domingo, Jesus continua enseñándonos la sublime doctrina de la Eucaristia en este sexto capitulo del evangelio de Juan.
En este pasaje Jesus nos enseña que los eventos de la salida de Egipto del pueblo de Dios son prefiguración de la salvación que el nos trae. El maná presagiaba la Eucaristía, donde Jesus, mandado por el Padre, se vuelve nuestra comida espiritual para nuestra salvación.
Esta doctrina finalmente causa una ruptura con muchos de los que le seguían solamente por los signos que realizaba. Al Jesus afirmar que si no comen la carne del Hijo del hombre,
y no beben su sangre, no tienen vida en ustedes, muchos lo abandonan. Como pueden Cristianos el dia de hoy negar que Jesus esta presente, cuerpo y sangre, en la Eucaristía, me parece difícil de creer. Jesus afirma aquí vehementemente que su carne es comida y su sangre bebida. Al escandalizarse la gente, Jesus no los corrigió, sino que enfatizó “amen, amen les digo” si no comen la carne del Hijo del hombre, y no beben su sangre, no tienen vida en ustedes.
Hermanos y hermanas, oremos esta semana para que Dios nos de su sabiduría y podamos compartir del cuerpo y la sangre de Jesus con la fe firme de que el esta ahi presente, cuerpo alma, sangre y divinidad.

Puedes leer las lecturas de este domingo aqui: http://www.usccb.org/bible/lecturas/081615.cfm

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