Pidamos la Sabiduría de Dios-28o. Domingo Tiempo Ordinario

28oDomingo Ordinario

En las lecturas de este domingo, Jesús nos invita a despojarnos de todo lo que nos separa de Dios, y a pedir que Dios nos comparta de su Espíritu de Sabiduría que viene de su Palabra.

Orar por las cosas de Dios

La primera lectura de este domingo debe ser causa de nuestra reflexión. ¿Qué es lo que pedimos en nuestra oración? ¿Como Salomón pedimos que el Espiritú de Dios nos de prudencia, o pedimos solo cosas materiales? Sin lugar a dudas muchos de nosotros tenemos necesidades materiales, quizás no vivimos en la calle, pero muy apenas nos alcanza el cheque para la quincena. Dios sabe nuestras necesidades, y quiere que se las pongamos a sus pies, pero como ya les he mencionado antes, si tu oración consiste en solo pedir y pedir cosas, para ti Dios no es el verdadero Dios, ¡sino como un Santa Clós cósmico! Como Salomón, debemos pedir por las cosas verdaderamente valiosas, como la prudencia. Incluso debemos pedirlas, no por nuestro bien, sino para el bien del pueblo de Dios, como fue la oración de Salomón en 1 Rey 3.

 

La palabra poderosa de Dios

En la segunda lectura, la carta a los Hebreos nos habla de la palabra poderosa de Dios, esta palabra viva y eficaz. Se puede estar refiriendo a la palabra de Dios, su revelación como también a el Verbo, la segunda persona de la Santísima Trinidad. Esta palabra, nos dice este este pasaje, es mas cortante que una espada de dos filos, ya que conforta al necesitado, pero al mismo tiempo hiere al que la ignora. Hermano y Hermana que me escuchas, la Palabra de Dios discierne los corazones, no hay nada que podamos ocultarle al Dios vivo. Por eso, entrégale tus pensamientos, tu corazón, y todo tu ser a Dios. Si no ahora, al final de los tiempos se va a revelar todo secreto. Mejor, ¡convirtámonos ahora que hay tiempo!

 

¿Cómo alcanzar la vida eterna?

En el evangelio de este domingo vemos la pregunta de este hombre que busca el como llegar a la vida eternal. Y la respuesta de Jesús nos demuestra la totalidad de la entrega que se requiere para alcanzar la salvación. Aquí el hombre ya seguía los mandamientos, porque muchos de nosotros pensamos, pues yo voy a misa, no mato a nadie… Los mandamientos son guía segura, pero no lo son todo. Este camino de la fe se trata de una relación con una persona, porque nuestro Dios es un Dios personal. La sabiduría de Dios de la cual nos habla la primera lectura, es una persona, Jesús el Hijo de Dios. Y es Jesús el hijo de Dios quien nos mira con amor, como lo hace Jesús en el evangelio. Nos mira con amor y nos invita a dejarlo todo y seguirle a el. Nuestra fe entonces, no es un conjunto de reglas, sino un abandono completa a Dios, de manera que como dice san Pablo, ya no viva yo, sino Cristo el que viva en mi (Gal 2, 2). Hermanos y hermanas, en esta semana les invito a que examinemos nuestra vida, y elijamos a Dios, haciendo a un lado lo que nos separe de él. Oramos por que Dios nos de su sabiduría para poder saber elegir lo que es verdaderamente y eternamente valioso.

Lecturas de Esta Semana: https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/101021.cfm

 

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